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2.4.1.2. Aplicación didáctica (Educacion en valores)

La Papiroflexia es una estupenda herramienta para aprender matemáticas: construcciones geométricas, bisectriz, mediatriz, recta paralela, rectas perpendiculares… En esta ocasión  la usaremos para educar en valores.

Se trata de la impactante historia de Sadako,  que trascendió las fronteras japonesas y hoy en día es un referente mundial para los movimientos pacifistas.

Sadako Sasaki

(7 de enero de 1943 – 25 de Octubre de 1955)

El 6 de agosto de 1945 una niña de Hiroshima se encontraba en su casa a kilómetro y medio del punto O. Se llamaba Sadako. Sólo tenía dos años. Y sobrevivió.

A pesar de vivir en la ciudad donde había caído la bomba atómica, creció fuerte y saludable hasta convertirse en una joven alegre y atlética. Sin embargo, a los 11 años, mientras participaba en una carrera, empezó a sentirse mal y cayó al suelo. Le fue diagnosticado leucemia, conocida como “enfermedad de la bomba A”.

Su mejor amiga, Chizuko, le recordó una antigua tradición, según la cual ofreciendo mil grullas de papel a los dioses éstos conceden un deseo. Chizuko le regaló una primera grulla hecha con sus propias manos en papel dorado.

Sadako alimentó la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Al poco tiempo de empezar la serie conoció a un niño al que le quedaba muy poco tiempo de vida por la misma causa (la leucemia). Le animó a que hiciera lo mismo que ella con las grullas pero él le dio una respuesta desesperanzada: “Sé que esta noche moriré”.

Sadako pensó entonces que no sería justo pedir sólo para ella, y pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo. Y entonces decidió realizar 1300 grullas más.

Pero su deseo no le fue concedido. El avance de la enfermedad impidió que acabase victoriosamente de realizar la hazaña. Murió el 25 de Octubre de 1955 tras 14 meses ingresada en el hospital. Con el papel de los botes medicinales y otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel de las 1300 que se había propuesto conseguir.

Se dice que sus compañeros de escuela, después de su fallecimiento, llegaron a completar el número de las 1000 grullas.

Sus amigos y compañeros decidieron erigir un monumento en su memoria. En el Parque de La Paz de Hiroshima podemos ver su imagen: una muchacha de bronce que sostiene una gran grulla dorada entre sus manos levantadas. El monumento, inaugurado en 1958, está dedicado a la paz y a todos los niños víctimas de la licuara belicista de los adultos. En el pedestal se puede leer: “Este es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria; paz en el mundo”. Los niños depositan grullas cada 6 de agosto en el monumento en memoria de Sadako.